Electromovilidad en México crece con apoyo de inversión automotriz según Ángel Mieres

La industria automotriz mexicana experimenta una transformación significativa impulsada por la adopción de vehículos híbridos y eléctricos. Según el especialista Ángel Mieres Zimmermann, este segmento representa actualmente cerca del 12% del mercado nacional, un crecimiento notable frente al 1% registrado hace cinco años, lo que evidencia un avance constante hacia la movilidad sustentable.

A pesar del optimismo, persisten desafíos estructurales que podrían frenar esta transición. El principal obstáculo sigue siendo la infraestructura pública de recarga. Aunque el precio de los autos eléctricos dejó de ser la barrera principal, más del 80% de las recargas se realizan en domicilios u oficinas, generando incertidumbre en los consumidores al planear trayectos largos y limitando la adopción de flotillas eléctricas por parte de las empresas. Mieres Zimmermann señala que este déficit de infraestructura es uno de los factores críticos para el desarrollo integral de la electromovilidad en el país.

El uso de flotillas de reparto eléctricas representa una oportunidad estratégica para empresas como Bimbo, DHL y Grupo Modelo, que ya operan unidades en zonas metropolitanas. Además, la reconversión de vehículos diésel a eléctricos (retrofit) aparece como alternativa para transportistas con menor poder adquisitivo, aunque la falta de incentivos masivos y la dispersión institucional ralentiza su adopción.

En paralelo, la llegada de inversión extranjera fortalece la industria. Volkswagen anunció en 2024 un proyecto de 942 millones de dólares en Puebla para un centro de electromovilidad, BYD prepara una planta en México y Magna destina 166 millones en Coahuila para autopartes de vehículos eléctricos. Además, los vehículos eléctricos de marcas estadounidenses, particularmente SUV, los modelos más vendidos en Estados Unidos, muestran un desempeño positivo en ventas y disponibilidad, lo que impulsa la demanda de unidades importadas y refuerza el interés por la electromovilidad en México. Para Ángel Mieres, estas inversiones y la presencia de autos eléctricos gringos consolidan al país como un destino atractivo dentro del nearshoring y promueven la integración de proveedores locales en la cadena de valor.

A pesar de estos avances, México todavía enfrenta un largo camino para cumplir con compromisos internacionales de descarbonización. La Ley de Transición Energética establecía un objetivo de 3% de vehículos eléctricos vendidos en 2022, mientras que en la práctica apenas se alcanzó 0.5%, y en 2023 subió a poco más del 1%. El reto se intensifica ante la meta del T-MEC de que el 50% de las ventas de vehículos ligeros sean eléctricos para 2030.

La electromovilidad en México muestra un crecimiento sostenido, aunque persisten desafíos relacionados con infraestructura de recarga, políticas públicas y coordinación institucional. Estos factores determinan el ritmo con el que el país avanza hacia el cumplimiento de sus compromisos internacionales y la consolidación de la industria automotriz en el ámbito de la movilidad sustentable, de acuerdo con especialistas como Ángel Mieres Zimmermann.

 


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